#SobreLaFotografía ¿ Qué extraño impulso nos lleva a encuadrar en el visor un fragmento del mundo que nos rodea para incluirlo en una imagen fotográfica?
Muchos autores han reflexionado y escrito sobre este asunto y, a pesar de las diferencias, casi todos coinciden en considerar que se trata de un proceso que trasciende lo puramente cognitivo, y que se encuentra más cerca de lo intuitivo que de lo racional.
Algunos fotógrafos, como Minor White,
influidos por las filosofías orientales y la meditación de conciencia plena,
pusieron los cimientos de lo que es la fotografía contemplativa. Para estos
fotógrafos, la primera fase del acto fotográfico sería el flash perceptivo. Un
momento en el que el flujo de nuestros pensamientos se ve interrumpido por una
imagen que irrumpe con fuerza en nuestros sentidos.
En esas ocasiones, el tiempo se para y
nuestra atención se centra en ese detalle que nos conmueve. No hay pensamientos,
no hay conceptos, sólo pura experiencia perceptiva que se abre paso en nuestra
mente. Nuestra mente y nuestro ojo se alinean por un momento. Cuando esto
sucede experimentamos una sensación de quietud y plenitud, de estar fijamente
anclados a nuestra percepción. Ocurre repentinamente, nos sacude con fuerza y
nos desconecta de lo que estábamos pensando para envolvernos con la riqueza y
claridad de lo que hemos percibido.
También Serge Tisseron se refiere a ese
primer momento del acto fotográfico, que denomina "el encuadre", como
un momento en el que la selección de una parte del mundo a fotografiar requiere
de una especial predisposición mental que nos recuerda al flash perceptivo:
"para encuadrar un momento del mundo primero es preciso sentirse integrado
en el mundo".
Este encuadre es a juicio de Tisseron el
momento en el que el fotógrafo imprime una mayor contenido personal a la
fotografía, y que se ve muy influido por aspectos inconscientes que rebasan lo
racional.
Resumiendo, el acto fotográfico, al igual
que otros actos de creación artística, requiere de cierto estado mental de
relajación y contemplación en el que los procesos más racionales de nuestro
cerebro quedan en stand-by para que puedan abrirse paso, a través de nuestra
conciencia, todo el material inconsciente que se acumula en nuestro mundo
emocional.
La razón queda aparcada en ese momento ya
que su papel se limitaría a las fases anteriores y posteriores a la de la toma
fotográfica.
fragmento sobre un texto de Alfredo Oliva
#AprendeFotografía
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